Te echo de menos...

Mi vida empezó cuando te encontré, y creía ke había terminado cuando no pude estar a tu lado el día de tu marcha hacia ese gran mundo, creía ke al aferrarme a tu memoria, nos mantendría a los dos con vida, pero me ekivocaba. Tu me enseñaste a ke si tenía el valor a abrir mi corazón, sin duda podría volver a amar por muy terrible ke fuera mi pesar. Con tu ida, me hiciste comprender ke solo estaba viva a medias, eso me asustó y me dolió, no supe lo mucho ke te necesitaba hasta la noche en la ke te fuiste de nuestro mundo, cuando dejaste de respirar, sentí ke algo se desgarraba dentro de mí, y lo supe, debí decírtelo antes... pero mañana te esperaré en nuestro paraíso particular, luego volveré a ganarme tu corazón y si puedo, sé ke me darás tu bendición... sino puedo, seguiré teniendo una bendición, ya ke habré tenido el privilegio de reencontrarme y entregarme a tí, dos veces en mi vida... es lo ke tu me has dado, y si entiendes bien cuanto digo, entonces ya sabes el resto de la historia...

Siento no haberte hablado en tanto tiempo, me sentía como perdida sin rumbo, no paraba de estrellarme contra todo, estaba un poco loca supongo... nunca había estado tan perdida, tú eras mi verdadero norte, siempre sabía volver de vuelta al hogar, cuando tú eras mi hogar... Perdóname por haberme enfadado tanto cuando te fuiste, sigo creyendo ke ha habido un error y estoy esperando a ke Dios lo enmiende, pero ahora estoy mejor, el trabajo me ayuda, sobretodo, me ayudas tú... Anoche entraste en mi sueño con esa sonrisa tuya ke siempre me abrazaba como un amante, y me acunaba como a un niño... Lo único ke recuerdo del sueño es una sensación de paz. Me levanté con esa sensación e intenté mantenerla viva todo lo posible.

Te escribo para decirte ke he emprendido un viaje hacia esa paz, kiero pedirte perdón por muchas cosas. Perdona por no haber cuidado mejor de tí para ke no sufrieras... Perdona por no haber cobijado tus temores... Perdona por no esforzarme más en buscar las palabras para decirte lo ke sentía... Perdona por haberme discutido contigo... Perdona por no haberte pedido más disculpas, era demasiado orgullosa... Perdona por no haber elogiado más tu sonrisa... Perdona por no haberme aferrado a tí, con tal fuerza, ke ni sikiera Dios hubiese podido arrancarte de mí...

No pasa una hora de mi vida sin ke piense en tí, sigo escuchando nuestra melodía, y mientras tanto los recuerdos vienen a mí. Hoy pensé en el momento en el cuál dejaste nuestro mundo por uno más grande... estaba mucho más asustada de lo ke podía admitir. Luché contra mi miedo, me engañé a mí misma diciéndome ke volverías algún día y intentaba pensar en lo primero ke te diría cuando volviese a verte. Debí probar cientos de posibilidades, y ke dije al final? No mucho... Mi boca no podía abrirse más ke para besarte, y cuando dijiste: "Vengo a kedarme" , kedó todo dicho... pues he vuelto a hacerlo. Dios mio no dejo de imaginarme lo ke te diría si pudieses volver...

La gente se sentía atraída por tu sonrisa, por tu entusiasmo... "Sólo kiero estar cerca"... esa era tu frase... y seguidamente, te refugiabas entre mis brazos. No sé si esto tiene sentido, kizá... kizá es la primera vez ke me sienta egoísta por sentir cuanto siento. Algunas veces todavía te siento... estás akí, y no kiero engañarme... no puedo olvidarte.

No supe donde estaba el límite... pero cuanto menos, tu tampoco kisiste marcarlo... simplemente nos limitamos a vivir el uno con el otro, a amarnos hasta la saciedad... No éramos capaces de reaccionar, nos cobijamos en nuestro mundo... Dios mio, te echo tanto de menos... Eras un ancla en mi vida, ke no me dejaba crecer, te encantaba serlo y yo te seguía en la profundidad de nuestro sentimiento.

Ojalá todo fuera más sencillo... más fácil... Está bien... yo volveré a mi trabajo, a mi hijo... y tú... tú te olvidarás de mí. No estoy acostumbrada a no tenerte akí conmigo. Estás en todas partes... en casa, en mis noches de soledad, en mi recuerdo, en mi pensamiento... no consigo olvidarte. Ha pasado tanto tiempo... no he sabido reaccionar, no he sabido nunca ke decir... Recuerdo cuando me llamabas "bocazas y mandona" y acababas bordando la frase con "estoy tan asustado como tú, pero sólo kiero estar cerca"... Me dejabas soñar a tu lado...

No eras mi simple curiosidad... estaba enamorada de tí... pero tenía tanto miedo, tanto miedo de no ser lo ke tú esperabas, pero tu no esperabas nada, te conformabas con lo ke veías en mí. No debería importar lo ke nos ha unido, pero es difícil olvidar como cambió mi vida con tu primera carta... recuerdas? Recuerdo el comienzo: "Pienses lo ke pienses de mí, pase lo ke pase ahora... kiero ke sepas lo mucho ke te kiero."

Lo siento... escuché lo ke tu no podías decirme, o kizá lo ke yo no kise oír, y ahora lo comprendo... es preciosa tu forma de amar, por ese motivo kise hacerte parte de mi vida... y jamás me arrepentiré, ni de tan solo un minuto de cuanto estuve a tu lado.

Recuerdo todo por cuanto yo te reclamaba: sinceridad.. confianza... y tu no dudaste en ofrecérmelo. Y ahora hay tanto dolor, siento tanto amor por tí... Tu realzabas todo cuanto yo era, me idealizabas de tal manera ke me hacías sentir llena como persona, amada por tí... A lo mejor aprenderé a asumirlo, es como cuando caen trocitos del corcho en un gran vino... no kieres perderte el vino.

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El mensaje de todo esto es ke todos mis viajes me han enseñado una gran verdad. Yo ya tenía lo ke todos buscan y pocos llegan a encontrar: la única persona en el mundo ke nació para amar eternamente. Una persona como él, una persona rica en los tesoros sencillos, humilde, autodidacta... unos brazos en los ke siempre me sentí arropada, y ningún problema, ni sikiera una pekeña muerte, pudieron derribar ese sentimiento.

La plegaria es, ke todas las personas del mundo, puedan conocer esta clase de amor y sanar con él. Si mi plegaria recibe respuesta, kedarán borrados toda culpabilidad y todo rencor, y la rabia llegará a su fin.

Será ke la mayoría escribimos la historia de nuestra vida improvisando sobre la marcha, pero otros parecen tener vidas ke ya están diseñadas y planificadas... son ineludibles, perfectas como un círculo. Si algunas vidas forman un círculo perfecto, otras van evolucionando en formas ke no podemos predecir ni, siempre, comprender. Las pérdidas han sido parte de mi viaje, pero tambien me han enseñado lo ke es más preciado, igual ke por un amor por el ke sólo puedo estar agradecida.